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Un proyecto de prevención de la obesidad infantil en el Colegio Público Príncipe de Asturias (Navacerrada) donde se trabajarán conceptos como: la alimentación saludable, el autocuidado, la higiene postural, la conciencia corporal, el desarrollo de hábitos que mejoren la calidad de vida y bienestar, la inteligencia emocional, la atención plena y el trabajo comunitario.
SALIDAS A LA NATURALEZA
En colaboración con el equipo docente y directivo del cole, hemos planificado una serie de salidas exclusivas para las familias de nuestro cole. El colegio se ocupará de la organización y financiación del transporte así como de tramitar las inscripciones entre los grupos que consideren que van a acudir a dicha actividad.
El Ayuntamiento de Navacerrada, en colaboración con la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, financiará los guías.
MINDFULNESS
«LA SALUD ESTÁ EN LA MENTE»
En el Colegio Público Príncipe de Asturias (Navacerrada), y dirigido exclusivamente a los/as alumnos/as del mismo, se desarrollará un programa de Mindfulness como medida de prevención de la obesidad infantil.
Es importante contemplar la salud física, mental y emocional a través de la práctica de Mindfulness ya que es considerada una habilidad en la cual prestamos atención plena a lo que nos ocurre en el momento presente, con curiosidad y aceptación.
¿Esto qué tiene que ver con la salud?
Comencemos por el cuerpo. Me permite explorar de una manera mucho más atenta mi cuerpo y darme cuenta de cómo estoy. Esto se va a reflejar en hábitos saludables. Cuando sienta que mi cuerpo necesita movimiento, voy a realizar ejercicio. También, voy a evitar lesiones, ya que al escuchar mi cuerpo, voy a darme cuenta de que tengo un malestar y no voy a forzarme.
Respecto a la comida, solo voy a ingerir los alimentos que necesito, y cuando me sienta saciado, pararé. Una atención al cuerpo es clave para una alimentación sana y equilibrada.
Respecto a prestar atención a mis pensamientos me va a permitir darme cuenta de qué patrones tengo. Solemos vivir los pensamientos como algo automático y ni siquiera nos damos cuenta del impacto que causa en nosotros. Cuando esto ocurre, yo puedo reforzar mi autoestima, no creyendo a mis pensamientos como si fueran realidad. En el ámbito de la alimentación, puedo darme cuenta de los prejuicios que puedo tener hacia ciertos alimentos como pueden ser las frutas y verduras, así como en momentos de ansiedad por ejemplo, darme cuenta que la necesidad que tengo de comer no viene de algo físico sino de pensamientos que tratan de paliar otra necesidad.
En el plano emocional conoceré mejor el impacto de las emociones en mí para que pueda gestionarlo de manera adecuada. Se ha demostrado científicamente que con mindfulness podemos prevenir estrés, ansiedad y depresión así como sentirnos mejor con nosotros mismos por lo que es un hábito altamente saludable.
Para todo esto se necesita prestar atención, y a través de Mindfulness podemos cultivarlo.
Hay una rama específica del Mindfulness llamada Mindful eating (alimentación consciente) en donde vamos a poner el foco de la atención de las sesiones. Se trata de llevar nuestra atención momento a momento en ámbitos relacionados con nuestra alimentación. Es elevar nuestra consciencia observando nuestros patrones de ingesta con curiosidad y aceptación, siendo conscientes de cómo tomamos las decisiones de qué alimentos comer, cómo y cuándo. Prestando atención a las sensaciones corporales, reconocemos el grado de hambre física y lo diferenciamos del hambre emocional para de esa manera alimentarnos de una forma sana. Se trabaja en establecer una relación saludable y de pleno disfrute con la comida pudiendo cambiar patrones de ingesta desequilibrados.
¿Qué dicen los estudios científicos sobre Alimentación Consciente?
Los estudios que utilizan intervenciones basadas en mindfulness han asociado estas técnicas con mejoras en: la autoeficacia, la pérdida o mantenimiento del peso, el auto conocimiento de la alimentación, la elección deliberada de alimentos y en una mayor consciencia interoceptiva (Miller y cols., 2013). Las relaciones entre mindfulness y la falta de consciencia interoceptiva, tan característica de estos sujetos, se esclarecen cada vez más, en estudios como el de Van Strien et al. (2005) que encontraron que la relación entre el afecto negativo y el comer emocional estaba mediada por la falta de consciencia interoceptiva.
Otro estudio llevado a cabo por Arch y cols. (2016) mostró que instrucciones breves de mindfulness podían mejorar la experiencia sensorial de comer, mientras decrecía la ingesta calórica, especialmente de alimentos poco sanos.Por lo tanto, este estudio manifestó en el contexto de la alimentación, un vínculo entre el mayor disfrute de comer y el menor consumo calórico subsiguiente, enlazando así los beneficios tanto psicológicos como fisiológicos derivados de alimentación consciente. Del mismo modo, se han realizado estudios recientes con pacientes que han pasado por una cirugía bariátrica. Los resultados mostraron que las intervenciones basadas en mindfulness pueden ser efectivas para reducir el comer emocional, aunque no el peso (Chacko y cols, 2016; Leahey y cols, 2008), ofreciendo, a su vez, la posibilidad de adquirir nuevos hábitos y de mantenerlos a largo plazo.
Específicamente, un estudio llevado a cabo por Daubenmier y cols. (2016) utilizó el programa basado en mindfulness desarrollado por Jean Kristeller en 1999, el Mindfulness-Based Eating Awareness Training (MB-EAT), en individuos obesos. Los resultados se mostraron prometedores en cuanto a la pérdida de peso, además de encontrar una reducción de la glucosa en sangre y una disminución de los triglicéridos. Aunque parece que este último resultado no se mantuvo a largo plazo, el resto de variables mostraron cambios de relevancia clínica. Finalmente, una revisión de la literatura, mostraba cambios positivos en los comportamientos relacionados con la ingesta en 18 de 21 estudios examinados. Además, de los 12 estudios que tenían como objetivo el trastorno por atracón, 11 mostraban mejoras en la frecuencia y/o gravedad de los atracones (O’Reilly y cols., 2014).
OBJETIVOS
Conocer mi cuerpo y sus partes.
Mejorar la atención y la concentración
Aumentar el conocimiento, comprensión y control de las propias emociones en relación a la alimentación y el deporte
Disminuir el estrés y la ansiedad ante la comida
Obtener mayores recursos para la resolución de conflictos relacionados con la comida y el deporte
Mejorar nuestro cuidado y bienestar
Comer de una manera más consciente.
CONTENIDOS
El cuerpo y los sentidos. ¿Cómo funcionan?
La respiración en distintos momentos del día.
Los pensamientos sobre alimentación y deporte.
Las emociones cuando como y hago deporte y cómo gestionarlas.
Alimentación consciente.
Nacho Barrios
Experto responsable de Mindfulness en el proyecto «CAMBIA EL CHIP, ACTIVA TU SALUD».
