Del 10 de enero al 1 de febrero / Biblioteca Miguel Hernández. Collado Villalba.
“Hay en los paisajes un puente invisible que siempre nos invitan al fluir en armonía entre los infinitos elementos que nos entrega el mundo natural, puro, prístino, y el acto de pararse a contemplarlos. Entonces hallaremos esa creatividad en donde toman forma los ecosistemas: la gran casa albergadora de la vida natural en perfecto equilibrio.
La obra intenta aproximarse a ello partiendo de sus límites materiales, pero hay que estar ahí, mostrarlo y devolverle, por un lado, una mirada renovada ligada al género del paisaje pero añadiéndole un valor, muchas veces olvidado, como patrimonio natural de importancia vital para todos nosotros, pues también somos parte de ello.
Esta es una invitación a que percibamos, mirando y admirando la obra creativa, el paisaje real que nos llama tan cerca pero a veces tan lejano, en unas vidas de prisas e inmediatez. Aquí hay otro proceso, desde lo cercano a las lejanías y también a la inversa, un fluir del que tenemos y debemos formar parte; de hecho ya lo somos.
Desde nuestra Sierra de Guadarrama a las llanuras de la meseta, de los bosques cantábricos a las dehesas mediterráneas desembocando en el paisaje acuático en sus distintas manifestaciones, se conforma una línea unificadora como argumentación y es en el mirar en donde está la puerta, pero te lo tienes que conceder, sin dudar. Esta es la entrada, este es el comienzo de un viaje en cuyo punto de partida está integrado el final (un final que es un comenzar).
Y se desprende de uno la obra pictórica, hecha de espiritual y matérica mirada; un acercamiento desde los límites físicos, pero que se abren y se completan- la mirada creativa embebida por lo indefinible- por ese otro contemplar de quienes la observan y para la que se ha creado. Ellos son quienes la perciben, los que le darán la última pincelada que la completarán.”
Horario:
De lunes a viernes: De 9:30h. a 21:00h.
Sábados: De 9:30h. a 13:30h.
Bernardo Lara
