Del 25 de mayo al 18 de junio / Librería La guarida. Cercedilla.
Inauguración: Sábado 27 de mayo a las 19:00h.
Una serie de trece trances transitados por mujeres en escenarios rurales de tradiciones iberianas, paganismos sacros y romerías de tragicómicos luciferianos enmascarados.
Max Hierro nace un domingo de buena mañana de octubre de 1974 en Salamanca. Al poco tiempo de empezar a ser consciente del embrollo vital en el que se había metido, agarró un lapicero y desde entonces gasta en trastos pintamoneros lo que no está escrito, o dibujado, según se mire. Estudió Diseño Gráfico en su ciudad natal, pero cuando empezó estos estudios se llamaba Dibujo Publicitario, aunque el gobierno de turno lo cambió así sin anestesia. Cuando terminó se fue a tierras asturianas, a la Escuela de Arte de Oviedo, a aprender Grabado, pero la cosa no cuajó, aunque allí realizaría su primer trabajo profesional relacionado con la mitología asturiana. Regresa a Salamanca y comienza a trabajar para el periódico local El Adelanto como caricaturista. Con empeño y tesón comienza a mover sus dibujos por medios nacionales, y bien por calidad o por pesado, empieza a trabajar como ilustrador para El País, las revistas Emprendedores, Muy Interesante y Muy Historia, y a ilustrar algunos libros de literatura infantil y juvenil para Anaya. Como le parece poco, durante una larga temporada realiza storyboards para publicidad, que le aportan soltura en el dibujo, dinero en abundancia y anonimato y desagradecimiento a partes iguales. De su etapa como dibujante de libros de texto –los del cole–, no guarda buenos recuerdos pero sí ojeras y mala hostia, de la sagrada forma de oblea no, de la otra. Ha enseñado narrativa gráfica en una escuela de publicidad que ya no existe, y lleva catorce años en otra escuela, que se llama Esdip y está en Madrid, donde enseña a usar técnicas tradicionales –pinceles, acuarelas y cosas que no precisan de CtrlZ– a futuros artistas gráficos o gente que desea liberar su arte. Trata de seleccionar los encargos editoriales y privados que le hacen, y prepara proyectos personales, porque sufre de pasión por aprender sobre mitología e historia y después dibujar esas cosas que lee cual Quijote sale a La Mancha en busca de aventuras o Dios sabe qué.
MAX HIERRO
