Jueves 23 de noviembre / Casa de Cultura. Soto del Real / 19:00h.
Maquila: Dícese de la porción de grano, harina o aceite que corresponde al molinero por la molienda. Así define este término la RAE. El mismo que da título a la nueva novela de Rafael Cabanillas, que da continuidad a la saga En la Raya del Infinito compuesta por las novelas Quercus, Enjambre y Valhondo.
Todo en Maquila es sensibilidad a flor de piel. Denuncia, aviso y compromiso ante un mundo que se desvanece, como también lo hace la vida de los seres más queridos del protagonista de este relato. Porque ese antiguo pago que el molinero recibía por su trabajo se transforma en la novela en una metáfora; en la sisa que la vida se cobra en su transcurso; en el dolor de la pérdida, pero también, en el soplo regenerador de la esperanza, rasgo de todo el quehacer literario del autor. Cabanillas vuelve en Maquila al singular espacio de sus anteriores narraciones, a ese lugar azotado por el abandono, la pobreza, la injusticia y el desamparo. Y, al mismo tiempo, se adentra en su mundo más íntimo y personal, allí donde habitan sueños y decepciones, anhelos y derrotas, recuerdos dulces y amargos.
Las novelas de Rafael Cabanillas asombran por el torrente de vocablos que hoy reposan en donde habita el olvido. Conviene, pues, tomar sus novelas con un diccionario a mano para explorar un océano léxico inundado de palabras plenas de significado: caramillo, esmeril, rehoya, hilvanes, sopié, trébedes, cerritraco, calabuezo, trampal, rodezno o bohonal, por citar solo un ramillete de un frondoso centón.