Sábado 11 de enero / Kali Panoa. Collado Mediano / 19:30h.

Payaso de corazón, ilusionista y comunicador nato, hablamos de un verdadero showman. Luis Boyano es mucho más que un mago, es un cómico, un mimo y sobre todo un gran ilusionista que sobre el escenario no deja un segundo para la reflexión o el despiste, porque en su espectáculo continuamente la sorpresa se solapa con la carcajada, y viceversa, y todo es así hasta el final de la fiesta que representa en la que hace felices a los espectadores, pequeños y grandes.

Porque Luis Boyano es un gran mago, y eso de por sí ya es una condición suya que nos planta ante él, ¡cómo no! Juega con la realidad hasta despanzurrarla tanto que no se parece a lo que era, a lo que creíamos, a lo que será. Su calidad nos permite asomarnos al mundo de la ilusión sin red, sin hipótesis preconcebidas, para dejarnos llevar de una sorpresa a una estupefacción absoluta.

A su encanto personal, más allá del perfil que le relaciona con la estirpe de David Copperfield, se añade cómo monta el show, en la comunicación con el público. Ahí es igualmente genial.

Luis Boyano divierte divirtiéndose, y vuelve a jugar, enredando nuestros sentidos, confundiéndonos hasta la burla. Así es como nos enamora.

​Es un trilero que juega en su cubilete con lo que conocemos, pero que vemos que se nos escapa para ya no estar, y volver, y otra vez no está… hasta que nos deja idiotizados porque la razón no sirve, ni la atención. Sólo vale la emoción ingenua del que ha perdido todas las ataduras.

Gran mago de cerca, de la ilusión más ciega. Ése es Luis Boyano.

 

 

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